WASHINGTON— Alrededor de 900 soldados de la Guardia Nacional han sido desplegados a la frontera sur mientras la Administración Trump busca negociar un nuevo acuerdo con California, que rechazó la solicitud inicial de participar en operaciones de vigilancia, informaron este lunes varios funcionarios.
Durante un encuentro con periodistas en Washington, funcionarios del Pentágono y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) explicaron que el despliegue a la frontera obedece a la proclamación que firmó el presidente Donald Trump el pasado 4 de abril, y la Guardia Nacional permanecerá en la zona hasta que se logre el “control operativo” de la frontera.
Desde el inicio del despliegue, el pasado 6 de abril y hasta la fecha, las autoridades han desplegado a alrededor de 900 soldados de la Guardia Nacional, repartidos entre 650 en Texas, 250 en Arizona, y poco más de 60 en Nuevo México, precisó el vicejefe de la Guardia Nacional, el teniente general, Daniel R. Hokanson.
Por su parte, el subsecretario de Defensa adjunto, Bob Salesees, confirmó que el gobernador de California, el demócrata Jerry Brown, rechazó la solicitud original de ayuda para reforzar las tareas de vigilancia en la frontera sur, pero se prevé que las autoridades negocien un nuevo acuerdo.
La semana pasada, Brown había aceptado el envío de 400 miembros de la Guardia Nacional, siempre y cuando sus funciones no estuviesen ligadas a tareas migratorias, lo que le ganó elogios del presidente Donald Trump.
California ya tiene a 250 soldados de la Guardia Nacional desplegados en el estado, principalmente para tareas de combate al narcotráfico y demás actividades del crimen transnacional.
Según el DHS, los soldados de la Guardia Nacional en California se hubiesen instalado en la zona de El Centro y San Diego.
Según el subcomisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), Ronald Vitiello, la solicitud de asistencia que la Administración hizo a California fue similar a la que hicieron al resto de los estados fronterizos con México.
Es decir, los soldados realizarán tareas como el monitoreo de cámaras y sensores de movimiento, apoyo de vigilancia aérea, el mantenimiento de vehículos, y la construcción y mantenimiento de carreteras.
“El gobernador (de California) determinó que lo que pedimos no era algo que podía apoyar, pero tendremos otras iteraciones”, dijo Vitiello, al referirse a posibles negaciones con Brown, aunque no ofreció más detalles.
“Estamos anticipando requisitos adicionales, y recibimos una señal de California de que les interesa mejorar la seguridad fronteriza”, lo que da esperanza de lograr un acuerdo, enfatizó Vitiello.
Los soldados “no estarían en zonas de riesgo” ni tendrían contacto con personal en la frontera, subrayó por su parte Hokanson.
Por ley, la Guardia Nacional no puede realizar arrestos de inmigrantes indocumentados, aunque sí pueden portar armas pero sólo para circunstancias que requieran actuar en defensa propia. En todo caso, la portación de armas dependerá de la decisión de la “cadena de mando” en cada estado.
La CBP continuará las negociaciones con el Pentágono sobre “otras misiones que estamos planeando para una futura etapa” del despliegue militar, precisó Vitiello.
Vitiello insistió en la urgencia de reforzar la vigilancia fronteriza, tomando en cuenta que hay alrededor de mil cruces ilegales al día, o unos 300,000 al año.
El objetivo, añadió, es fomentar y proteger el flujo legítimo de bienes y personas por la franja limítrofe. El comercio bilateral en la frontera común es de $1,450 millones al día.
“Estamos comprometidos con fronteras eficientes y mantener el flujo de comercio y viajes legítimos, que contribuye a nuestra seguridad económica. Pero no estamos dispuestos a poner en riesgo nuestra seguridad nacional”, dijo Vitiello.
Según el funcionario, las condiciones sobre el terreno determinarán el retiro de la Guardia Nacional de la frontera sur, y reiteró que ningún soldado tendrá asignaciones policiales.
En los despliegues anteriores, en 2006 y 2010, con las administraciones de George W. Bush y Barack Obama, respectivamente, los soldados cumplieron misiones rotativas de dos años.
El secretario de Defensa, Jim Mattis, firmó recientemente la orden para el envío de hasta 4,000 soldados de la Guardia Nacional en la frontera en el marco del año fiscal 2018 que concluirá el próximo 30 de septiembre, y después el despliegue se extenderá previsiblemente hasta que se logre el “control operativo” de la zona.
Fuente: https://laopinion.com/2018/04/16/alrededor-de-900-soldados-de-la-guardia-nacional-han-sido-desplegados-a-la-frontera/
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